Saturday, 22 December 2012

THE END


Mi erasmus llega a su fin. Ha sido tan largo. Ha sido tan corto. Quizá inglés no haya aprendido ni la mitad de lo que habría sido deseable. He aprendido, en cambio, otras cosas, muchas de las cuales seguro que todavía no sé ni que están ahí. 
Oyes tanto hablar de esta experiencia que cuando la vives y descubres cómo es realmente no sabes qué pensar. En cualquier caso, no me arrepiento de haberme marchado, no me arrepiento de haberme embarcado en esta aventura.
Voy a echar de menos Edimburgo. Voy a echar de menos a los amigos que aquí he hecho. No obstante, es hora de volver a casa.

Porque no hay nada como el sentimiento de volver a tu hogar.

Nos vemos en Madrid.


Feliz Navidad.

Friday, 7 December 2012

Indignación segunda parte.

Por favor, que alguien me diga que esto es normal.


Que las nuevas tecnologias lo unico que hacen es complicarnos la vida...

Casi una hora he tardado en encargar el envio de la caja del post anterior. CASI-UNA-HORA!!! Reconozco que al principio el error ha sido mio porque estaba metiendo los datos de una tarjeta de debito como si fuese una de credito, pero eso no explica que una vez que lo hubiese cambiado no me dejase continuar, ni explica que las siguientes veces, el error me saliese cada vez antes. Al final he decidido mandar un correo preguntando a los administradores de la pagina y no se si se ha enviado porque las casillas salian vacias como si se hubiese enviado pero salian tambien signos de exclamacion.
Bueno, por fin he conseguido pagar y todo, imprimo el papel con la referencia, la direccion y demas y menos mal que se me ha ocurrido comprobar los datos porque solo han guardado los datos a la mitad!! y he tenido que completar yo a mano la direccion.
Indignacion.
Indignacion.
Indignacion.

Me voy a repasar para mi examen.

Relatos breves

Si tuviera que utilizar una sola palabra para describir mi erasmus, desde luego no sería "afortunada". ¿Por qué? ¿Alguien puede explicarme por qué en la madrugada del día (viernes, 7 de diciembre) en que he decidido ir a pesar la caja que voy a enviar a España tiene que nevar? ¿Por qué, si ya se me da mal (muy mal) caminar por cualquier cosa que no sea suelo seco, tengo que llevar hasta correos y de vuelta a casa una caja que pesa 11 kilos por un suelo resbaladizo hasta más no poder? Por suerte, no he llegado a tocar el suelo con otra cosa que no sea la suela de las zapatillas. Aaaay, qué dura es la vida.
Desde la universidad (DLA): Se me había olvidado aniadir que a la vuelta estaba chispeando.


Al menos Drea estará contenta, después de llevar más de una semana deseando que nieve. Y ya era hora, porque antes de la nevadita de hoy (una nimiedad si no llevas una caja en brazos) ya había hecho el amago otras dos veces como mínimo; es decir, de las que yo me haya enterado.
DLA: Las montanias se veian nevadas!

El miércoles fui a casa de unas amigas noruegas y allí, con otras 7 personas, estuvimos cocinando galletas de gengibre y luego decorándolas. ¡Fue fabuloso! Estoy planteándome introducir una nueva tradición en España, porque salvo un chico francés que dijo que eso en Francia no se hacía, en los países allí representados (Suiza, Austria, Suecia, Alemania y Noruega) sí lo hacen. Lo único malo es que había demasiada (cuando digo demasiada no digo un poquito de más, sino un muchito de más) masa y si no llegamos a tener 150 galletas no tuvimos ninguna. Al final muchas galletas se quedaron sin decorar. La austriaca hizo una casita en tres dimensiones y todo. De fondo teníamos villancicos y habían puesto velitas por todo el salón ¡qué ambiente tan navideño!

Cuando salíamos, la misma chica austriaca dijo que esa noche no hacía tanto frío. ¡JA! El Canal estaba helado, literalmente. O por lo menos la superficie. Intenté hacer una foto con el móvil, pero la luz era escasa y la cámara integrada deja mucho que desear.

DLA: Voy a volver a casa con la tensión por los cielos. Entre susto y susto, y los tres tés diarios que suelen caer para entrar en calor...

Tuesday, 4 December 2012

El día que me llamaron morosa y la burocracia escocesa

El sábado 1 de diciembre recibí una carta del City of Edinburgh Council diciéndome que tenía que pagar lo que deduzco que son impuestos de luz y agua comunitaria y que era el último aviso que me mandaban (en realidad, a mí, a mi compañero de piso y a la chica que estaba aquí antes que yo), que era el último aviso que me mandaban (¿es que había habido alguno anteriormente?) y que si en 21 días desde que habían emitido la carta (tampoco es que a mí me queden muchos más por estas tierras) no lo pagaba pasarían un informe al sheriff de la ciudad y que vendrían a casa a no sé qué historias. En ese momento, en lugar de seguir leyendo para ver lo que tenía que hacer y demás, entré en pánico casi nuclear y lo único que se me ocurrió fue escribir en la pizarra que tenemos en la cocina un mensaje para mi compañero preguntándole si sabía qué era eso (porque yo no sabía nada y no es la primera vez que pasa algo de lo que me entero tarde mal y nunca, como cuando unos vecinos hablaron con él para que les diese la dirección y el correo de nuestra landlady por la reparación del tejado y una semana después nos enviaron una carta casi amenazante pidiéndole esos datos y se los tuve que dar yo) y cómo lo podíamos pagar. Me sentí tan fuera de lugar como cuando llegué por primera vez a la universidad de aquí y solo me surgían problemas, ninguno se me solucionaba y no sabía lo qué tenía que hacer ni a dónde tenía que ir.
Esa noche, en un ataque de indignación tras ver su respuesta: "Just give them a call. I sort out my own stuff" (sí, me repateó tanto que me la aprendí de memoria) me invadió la sangre fría, terminé de leer la carta y tracé mi plan de acción. No sé a qué se refería exactamente, si a que él solucionaba su parte y la de la otra chica o a que dejase de preguntarle cosas. Prefiero darle el beneficio de la duda. Sin embargo, no va a ser él a quien más eche de menos cuando me vaya (si es que llego a echarlo de menos en algún momento de mi vida).
Así que el lunes me fui a una oficina del council y ahí estuve yo pagando y cerrando la cuenta para cuando me vaya. Lo cierto es que no tenía ninguna diferencia con las de España, había una fila de mostradores, varias filas y según a la fueses tenías que coger un número u otro. La gente, igual de pesada. Baah, en todas partes es igual... Por lo menos me solucionaron todas mis dudas y me ayudaron a encontrar mi mostrador.

Que nieve que nieve la virgen de la cueva...

Je sais, je sais... la versión original es "que llueva que llueva", pero es que en este preciso momento, mientras escribo esto, estoy viendo nevar. Ya llovió anteanoche, pero yo no me enteré porque estaba durmiendo. ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Pero quéeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeefríiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! No quiero ni pensar el que va a pasar Joaquinillo cuando se lo lleven a Edmonton...

Sunday, 2 December 2012

Excursiones

Aunque no lo diga, he seguido haciendo algunas excursiones. He ido a:

- South Queensferry e Inchcolm Island.

- Craigmillar Castle.

- North Berwick y Tantallon Castle.

- Rosslyn Chapel.

- Cramond Island.

Como ya no sé sobre qué he escrito y sobre qué no, a lo mejor me dejo algún sitio por ahí, pero básicamente esas han sido mis visitas.

De cómo... y otras historias

DE CÓMO ME QUEDÉ ENCERRADA FUERA DE CASA

Hace semana y media o dos semanas, fui con Drea a ver The Sapphires (¿creo que ya lo dije?). El caso es que a la vuelta, mi llave no encajaba en la cerradura. Mira que probé, intenté y saqué la llave y la volví a meter. Al cabo de unos diez minutos (por decir una cifra exacta, solo sé que fue un rato que a mí me pareció eterno) envié un mensaje a mi compañero de piso y me dijo que hasta las 22h o así no iba a llegar, así que llamé a Drea y me fui a su casa a pasar el tiempo que faltaba. Pobre, va a acabar harta de mí.

DE CÓMO LA UNIVERSIDAD SE QUEMA

El martes de la semana pasada, 27 de noviembre, iba de camino a mi última clase cuando se me cerraron las puertas en la cara y una alarma saltó y no hacía más repetir "Do not enter. Fire alarm on process" o algo del estilo. Dado que mi atención a las alarmas es bastante escasa porque durante dos años hicimos caso omiso a las alarmas que sonaban en el colegio (siempre en la clase de biología, que solía impartirse en el laboratorio) iba a entrar al edificio cuando de repente la gente empezó a salir de las aulas. Decidí ir por fuera. Lo curioso fue ver que los únicos que corrían fueron dos bomberos que encontré por el camino, el resto del personal, como si les estuviesen deseando unos muy buenos días, oye.

DE CÓMO VOY A VOLVER A MADRID SIN DEDOS DE LOS PIES

Hasta ahora, el frío había sido relativamente soportable. Hasta ahora, o lo que es lo mismo, hasta el jueves 29. Esta noche he pasado tanto frío que me he tenido que echar las dos mantitas que tengo. El jueves, teníamos los pies tan fríos y nos dolían de tal manera que cuando echamos a andar no podíamos caminar adecuadamente. Hoy me ha pasado lo mismo. Hace taaaaaaanto frío que los chocolates calientes (que me pedí en un pub por la noche y uno a mi lado no se lo podía creer, me preguntó incluso que cómo se me ocurría), los tés y demás bebidas calientes no duran calientes ni 5 minutos. ¿Es acaso normal que todo el mundo, sea de Inglaterra o de los países escandinavos o de cualquier parte, diga que cómo podemos aguantar este frío? ¡¡Y muchos antes de que empezase el frío de verdad!! Lo mejor de todo es que los escoceses van en camisetas de manga corta, con simples sudaderas, ellas van sin medias...


EL DÍA QUE CAMINAR SE CONVIRTIÓ EN PATINAR

Una de las consecuencias del frío es, por supuesto, la escarcha. A veces la capa es tan gruesa que es de color totalmente blanco y parece que ha nevado. Como durante el día sigue haciendo un frío que pela y el sol es un sol gélido que ni calienta, ni se termina de levantar ni ná de ná, la escarcha no se derrite y se va sino que se transforma en hielo. Por eso, cuando caminas (especialmente si es una parte en la que solo da la sombra) te encuentras sin saber cómo (ja) deslizándote suave y elegantemente (ja otra vez) por el suelo. Esperemos seguir con esta racha y que el desliz sea solamente con los pies y no con el culo.


DE CÓMO EN ESTA CIUDAD HAY MÁS GENTE QUE EN LA GUERRA

No sé si será por la euforia navideña, porque es fin de semana, porque ha coincidido con St. Andrews o por qué ignota razón, el caso es que apenas se puede caminar por Princes Street, y en mercadillo alemán ya directamente ni avanzas, el jueves después del encendido de las luces tardamos 10 minutos en recorrer 20 metros.

DE CÓMO A LOS EDIMBURGUESES LES ENCANTA MONTAR ESPECTÁCULOS QUE TAMPOCO MERECEN TANTO LA PENA

Por Halloween montaron un espectáculo pagano pagano del que no vi ni la mitad.
El jueves, la razón por la que pasé tanto frío fue que encendían las luces de Navidad. Después de estar 45 minutos de pie para ver a un Santa enorme (no demasiado bien hecho) y una carroza simulando una cama con una chica y un oso gigante envueltos en una pelea de cojines, para ver a una mujer colgar de una grúa y hacer piruetas, para ver a una banda de música caminar 10 metros y para finalmente ver tres fuegos artificiales contados, nos marchamos a seguir viendo algunas actuaciones en un escenario que habían armado en St Andrews' Square, en ese momento es cuando no se podía avanzar, por lo que obviamente llegamos tarde a las actuaciones. A dos o tres no se les oía cantar, a una se le oía pero no me gustó cómo cantó, dos grupos bailaron y no lo hicieron mal pero no era nada del otro mundo y 5 chicas de Glasgow que cantaron varias canciones pero lo único que hicieron fue enseñar chicha.
El viernes fue St Andrews' Day. En la esplanada del Castillo habían montado un espectáculo pero, de nuevo, no se veía nada. En cambio, los fuegos artificiales del final sí que fueron maravillosos.

DE CÓMO BAILAMOS TODOS JUNTOS

El viernes 23 el grupo Erasmus organizó una fiesta en la universidad por Movember. Aparte de gente de la Heriot, vinieron erasmus de la Universidad de Exeter que habían venido a pasar el fin de semana a Edimburgo. Hubo dos momentos que fueron inmejorables, uno de ellos cuando se formaron parejas, nos pusimos en línea e íbamos pasando por debajo; el otro cuando se formó una conga en la que participamos el 90% de los que estábamos allí. Lo que me reí.