Domingo, 28 de octubre de 2012
Son las 16:46 y es casi de noche. Cuarenta y cinco minutos después es
noche cerrada. Que depresión.
No haber ido a Londres todavía era una espina que tenia clavada. Tuve la
oportunidad hace dos veranos pero solo habría podido ir por un día; como no me
parecía suficiente, y todavía creo que se necesita mas tiempo, la deje pasar.
Ahora que he pasado allí cuatro días y he estado en los sitios más famosos
pienso que ni siquiera un mes es tiempo suficiente para llegar a formar parte
de esta gran (en todos los sentidos) ciudad. Si lo es para no ser una extraña,
pero yo quiero sentirme como una londinense, quiero vivir al ritmo de la
ciudad, quiero vivir, al menos por un tiempo, rodeada por los millones de
personas que también viven allí, quiero ser una hormiguita mas en ese gran
hormiguero.
Para muchos Londres es una ciudad sucia, gris y sin alma. En mi opinión,
cualquier lugar puede convertirse en un sitio sucio, gris y sin alma. Quizá me
canse de ella después de un tiempo y acabe volando a otra parte, pero no ahora.
Es obvio que cuando acabe la carrera tendré que marcharme de España para
intentar conseguir trabajo fuera; tenia un montón de sitios en mente, así que
por que no Londres? El tiempo lo dirá.London esta superpoblado. London esta vivo.
Te puedes sentar en una terraza y ver a la gente pasar; puedes observar
detalles increíbles infinitamente. Podrías pasar años y años y cada día
sorprenderte. Camden, por ejemplo, fue magnifico: podías encontrar gente de
todo tipo de creencias, estilos y culturas. No me refiero solo a las
principales, sino también a las más aisladas.
Hay arboles y parques por todas partes. A pesar de la cantidad inmensa
de gente en los sitios turísticos, es totalmente posible encontrar lugares
donde descansar por un rato. A lo largo del Támesis hay bancos donde puedes
sentarte. A algunas alturas hay mucha gente también, sobre todo turistas, pero
eso no significa que no sea en general un lugar agradable donde relajarse.
Londres es blanco. Londres es esplendido.
Es verdad que el cielo nublado hace que de vez en cuando el ambienta
adquiera un tinte grisáceo y triste. No obstante, eso no es un obstáculo para
admirar la ciudad como la maravillosa capital del impero que un día fue y como
la maravillosa capital que todavía es. Los gigantescos edificios hechos con
piedra blanca y gris claro, probablemente con un estilo más europeo que
británico, te dejan sin palabras. Tan altos, tan anchos, tan impresionantes.
Londres. Animado. Cosmopolita. Vibrante. Lleno de artistas callejeros,
de sueños pero también de desilusiones. Lleno de energía, de savia.
Cambiando de tema. Desde que pise suelo británico por primera vez he ido
estableciendo relaciones con dos cosas: una Madrid, por supuesto, otra con
Harry Potter. He descubierto el nombre del viaducto de Glenfinnan y su
localización (el puente que cruzan en el tren que lleva a los alumnos a
Hogwarts), he visto el anden 9 ¾, he bebido te en The Elephant's Head (donde la
autora escribió los libros), he visitado el Castillo de Edimburgo y el Colegio
George Heriot (los dos edificios que supuestamente inspiraron Hogwarts), he
encontrado la tumba que dio origen a la profesora McGonagall… y hasta las
gradas para el Military Tattoo me recordaban a un campo de quidditch!
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