St. Andrews, 6 de octubre
Mi visita a St. Andrews fue bastante poco premeditada. De
hecho, ni siquiera había prestado atención a este pueblecito de la costa este
de Escocia. Un día Drea me dijo que el sábado de esa semana planeaba ir y, a
falta de otra cosa mejor que hacer y, lo que es más importante, la posibilidad
de conocer un poco más la zona, le pregunté si le importaba que me uniese a
ella.
Lo cierto es que no sabía mucho del pueblo antes de ir, pero
ahora creo que lo único que me queda por hacer (y así se va a quedar) es la
Royal Route, puesto que el Príncipe William y Kate fueron a esta universidad y
la ruta es “en este Tesco venía Wills a comprar leche”, “en esta papelería
compró una tarjeta de felicitación de San Valentín”, etc.
Pero bueno, al lío. No sabíamos exactamente de donde
salía el autobús, así que quedamos con 40 minutos de antelación. Como
descubrimos con facilidad el lugar de salida y cómo comprar los billetes, nos
encontramos con que teníamos aproximadamente 25 minutos de espera. Hacía un sol
espléndido, lo que no quita que haga frío, por lo que nos metimos en un
Sainsbury’s (otro supermercado) y compramos algo para desayunar y merendar, o
sea, jam doughnuts, unos bollos (sin
agujero) con masa de doughnut con azúcar también por fuera pero rellenos con
mermelada de frambuesa que están para chuparse los dedos y que son un vicio
pero con los que corres un gran peligro de mancharte entero.
El viaje en autobús no fue muy largo, y cruzamos el Fiordo de
Forth por el Forth Road Bridge, desde el que, por cierto, vimos el Forth Rail
Bridge.
En St. Andrews vimos el pueblo, el museo de St Andrews (que
pertenece a la Universidad de St Andrews), la abadía y el castillo (o lo que
queda de estos dos últimos), también fuimos a East Sands y a West Sands, en la
que se rodó la primera escena de Chariots
of Fire. Finalmente, estuvimos un ratito viendo una competición de golf con
famosos, o eso nos dijo el funcionario de la oficina de turismo, porque de
todos los que participaban solo conocíamos a dos: Bill Murray (a este no lo
vimos), el actor, y a Michael Phelps (al que SÍ vimos) el nadador
estadounidense.
Debo admitir que para apenas haber oído hablar de este
pueblecito antes de ir, de momento ha sido el sitio que más me ha gustado de
todos a los que he ido (escrito a 13 de octubre) y que me alegro mucho de que
Drea me comentase su plan, si no, ¡me habría perdido una pequeña joya!
No comments:
Post a Comment