Sunday, 30 September 2012

Mala suerte y ¡¡Cèilidh!!

Viernes, 28 de septiembre

Hoy, decididamente, no es mi día. En menos de tres horas he perdido la toalla, las llaves y la tarjeta del banco. Afortunadamente he acabado encontrado todo. Por la tarde lo que había desaparecido es un jersey  y ese sí que no lo he hallado.

He salido, con la intención de caminar hasta una casa que fui a ver ayer para ver cuanto se tardaba por otro camino distinto del que cogí también ayer, y ha caído el chaparrón del siglo. Cuando me he subido al autobús iba chorreando, literalmente, y eso que llevaba paraguas. De hecho, un hombre me ha parado en medio de la calle porque llevaba los pantalones tan mojados que se me iban pegando a la piel y me ha dicho que era muy naughty.


Por la noche hemos ido a un evento de Ceilidh con la universidad. Lo bueno ha sido que había bastante gente que sabía por lo que no era tan torpe la visión general; lo malo, como siempre, lo atestado que estaba. La músico me ha encantado porque eran temas tradicionales modernizados mediante violín eléctrico, batería y demás. ¡Se nota tanto la diferencia del tiempo en la música en vivo comparada con la música grabada! Además, he visto más hombres en kilt en cuatro horas (sí, cuatro horas seguidas bailando Ceilidh) que en el resto de los días que llevo en Edimburgo. Aun así, no termino de verle la gracia a la faldita.
Aunque me divertí mucho, os aconsejo que nunca NUNCA bailéis con chinos, al menos hombres. No es por ser racista ni nada por el estilo, pero no se enteran ni del nodo, aun después de estar repitiendo los pasos 80 veces, no hacen suficiente fuerza para contrarrestar los pesos, se pierden, van lentos... en fin, todo un cuadro. Los hindúes les van a la zaga.

En el último baile, después de tanto moverte, sudar, con el cansancio, la sed, el dolor en todo el cuerpo y las vueltas que lo componen, creía que me mareaba. Afortunadamente, conseguí terminar. Hubo otro baile hacia el final un tanto original: uno de los pasos consistía en que dos chicos se ponían de frente y sus parejas, o sea, las chicas, nos colocábamos entre ellos también de frente. Nos cogían de la cintura y nos daban vueltas sin que tocásemos el suelo, como si fuésemos helicópteros. Desde fuera parece que no pero ganas mucha veolocidad, y con la cantidad de vueltas que te dan todo te acaba girando alrededor ¡y encima no tienes tiempo para recuperar la orientación! En este baile acabé con la espalda echa polvo porque, por supuesto, la tendencia del cuerpo es irse hacia fuera, y como te tienen bien sujeta (deberías estar bien sujeta), por donde te agarran se te acaba irritando, por esto mismo también se te arquea la espalda y no puedes hacer nada por evitarlo y mantenerla más recta. Pero bueno, en cualquier caso, me gustó mucho.

Sábado, 29 de septiembre

Hoy es la primera mañana que paso en el albergue y he podido observar claramente la diferencia entre turistas y "residentes". El mejor ambiente es, sin duda, el de los segundos; lástima que mis horarios universitarios me obligan a mezclarme casi a diario con los primeros.
No he hecho gran cosa, he quedado con mi buddy y por la noche he salido un rato. Fin. Lo curioso ha sido la cantidad de despedidas de soltero que había; lo no tan curioso es la pedalea que llevaban muchos. Aquí beben bien bien (bien de cantidad), y las chicas iban todas vestidas de manera similar; me recordaban a las de Geordie Shore, supongo que es lo que tiene que sean todas británicas y, al fin y al cabo, Newcastle tampoco pilla tan lejos.


Friday, 28 September 2012

Castle Rock Hostel

 Martes, 25 de septiembre

Mi primera noche en el albergue:
A cierta hora se apaga la luz de la habitación, aunque a primera vista pueda parecer un problema, en realidad no lo es tanto, ya que hay una ventana bastante grande que nunca tiene la cortina corrida por lo que entra algo de luz. Por la mañana el sol no es ningún problema, después de mis estancias en países anglosajones ya me he acostumbrado a la luminosidad matutina mientras duermo.
Lo malo son los ruidos: esta noche ha habido una mujer que roncaba. Por suerte, sus ronquidos no eras demasiado sonoros y no molestaban especialmente. No obstante, esta misma mujer se tenía que levantar a las 7h de la mañana para ir a Cornwall y, no sé si se habrá levantado antes de lo que había previsto o que, el caso es que se ha marchado de la habitación y la alarma no la ha apagado, así que se ha puesto a sonar y nos ha despertado a todas. La mujer era maja, pero menos mal que solo se quedaba esta noche.

Ayer cuando llegué a la habitación por primera vez, no se oía nada ni parecía que hubiese nadie. Bueno, pues había tres personas: dos chicas jóvenes y una mujer. Cuando empezaron a moverse qué susto me pegué.
Cuando luego volví a entrar y vi que había una chica, saludé. Ella no me contestó y me pareció muy maleducada. Sin embargo, hoy, después de salir y entrar de la habitación tropecientas veces entiendo por qué no me contestó. Lo cierto es que ya ni me molesto en mirar si hay alguien o no.

Repito que al menos se está calentito. En la Main Lounge y en la Posh Lounge, en los baños, en todas partes. De hecho, en la Posh Lounge hay un hogar que, aunque no tiene llamas en sí, tiene ascuas; se están tan calentito aquí al lado ^^ Aparte, también puedo tomar té cuando quiera; lo malo es que luego tengo que fregar la taza.
Ahora me ducho rápido no por la temperatura sino por el repelús que me da utilizar los baños compartidos. No tiene mala pinta el hostal, pero diría que después del tiempo que pase aquí voy a haber tenido albergue para el resto de mi vida.

Entre alemanes, franceses y españoles tenemos copado el albergue, solo oyes esos dos idiomas y, si acaso, el inglés cuando se comunican los unos con los otros.

He conocido ya a algunas personas, todas españolas menos una; un hombre italiano de nombre Pietro al que Mo y Drea llaman Giuseppe Deppe por un ligero parecido a Johnny Depp.
Por la noche me ha ofrecido un ponche que han preparado y que llevaba vodka, cerveza, red bull y no sé qué más. Estaba bastante fuerte, pero no estaba malo del todo. Luego, como internet no funcionaba, hemos estado echando él y yo partidas al Mah-Jong a ver quién ganaba.


Hoy también he ido a hacer mi primera compra decente. A la vuelta, resulta que no había caja para dejar las cosas, de manera que he tenido que dejar la comida en la bolsa en la estantería. Los productos para la nevera ha sido incluso un poco más complicado colocarlos: debe de haber 10 neveras en total, cuando he abierto la novena (¡la novena!) he medio encontrado sitio; aun así, he tenido que mover las cosas de otra persona para poder hacer hueco en una balda. Hoy voy a cenar una ensalada, ¡por fin! y de postre fruta, muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuucha fruta. A ver si mañana ceno pescado, después de... ¿1 mes? Sí sí, pescadito rico.

Miércoles, 26 de septiembre
Aunque se nota quién es turista y quién no, por mucho que seas extranjero, aun algunas calles siguen ofreciendo ciertos problemas para encontrarlas porque, claro, en el mapa todo es sencillísimo, pero una vez que te pones en marcha y descubres que cada calle esta a una altura diferente y que donde se supone que deberías poder girar solo hay la barandilla de un puente... se complica la tarea de encontrar los pubs (en este caso, The Banshee Labyrinth, con una decoración cavernosa y olor a humedad).
Esta noche tocaba la cuarta pubnight, y la cuarta pubnight incluía, si querías, peli. En principio iban a poner Monty Python and the Holy Grial, pero hemos acabado viendo Life of Brian. Lo cierto es que no le he encontrado mucho sentido al argumento o, más bien, argumento en sí; en cualquier caso, ha estado entretenida.


Como la cerveza como que no, estoy probando bastantes bebidas nuevas (me imagino que ya lo habreis deducido). Esta vez ha tocado VK Cherry. No sabía a vodka para nada, y menos mal, porque si no...:



Ya me voy haciendo al albergue y, de hecho, no se está tan mal. Una vez que comienzas a conocer a la gente, a hablar y demás te das cuenta de por que hay personas que llevan 7 meses aquí. Es como una gran familia. En realidad, el (pequeño pequeñísimo detalle, pero muy importante) de que se encuentre situado en pleno centro esta pesando mucho en la búsqueda de una casa; ya no busco con tanto ahínco, y ninguna me convence lo suficiente. Ya veremos cómo acaba el asunto.

A pesar de que todavía no he cocinado nada, el comer durante dos días seguidos verduras y fruta me ha sabido a gloria, lo que no quita que el ver a una china, dejémoslo mejor en asiática, desayunar un pepino a mordiscos me siga pareciendo todo un espectáculo. Al menos ya tengo caja para almacenar mi comida y ya voy descubriendo cómo funciona el sistema de las neveras y los congeladores, porque resulta que hay 3 congeladores. Asi que la compra de carne y pescado que tanto me preocupaba ya no aparenta ser una cuestión tan trascendental.

Jueves, 27 de septiembre
El martes un tipo hospedado en el albergue dijo que sobre las 11h observas la diferencia entre quienes se alojan en el albergue de turismo y quienes lo tienen como una residencia más fija. Si termino quedándome aquí voy a empezar a ser como ellos. Mientras que los turistas intentan mantener un poco más las formas y se acuestan pronto, los que estamos más tiempo en Edimburgo nos acostamos a las 2h de la madrugada, vamos como Pedro por su casa, y no nos preocupamos por dar tan buena imagen cuando salimos de nuestras habitaciones. De todas formas, yo todavía no he bajado a la cocina ni a las lounges en pijama, y dudo que lo haga.

Además, el albergue te sirve para conocer a mucha gente, ¡y te los encuentras por la calle! Ayer, cuando iba al pub, me encontré con uno de ellos y, tan bien educada como es una, saluda. Y hoy, en la universidad, casualidades de la vida, he visto a otro francés del albergue tambien; los dos nos hemos quedado con la boca abierta.

Como Annina estaba sola en casa, hemos ido a cenar y a ver una película. Hemos acabado viendo Sonrisas y Lágrimas. Esperaba más, u otra cosa quizá, o los dos; no sé, el caso es que me ha decepcionado. Y, he probado una nueva sidra: sidra de pera con aroma de frambuesa, también me han dado a probar Drea y Annina de las suyas, de cereza y no sé qué más y de berries, respectivamente. En general estaban todas buenas, ¡voy a a acabar haciéndome adicta a la sidra! No obstante, no a cualquiera; la de El Gaitero no hay quien la beba.

Después de que el martes me quedase sin ir a un espectáculo de Ceilidh porque creía que era hoy, mañana tenemos otro gran evento. ¡¡Tengo unas ganas locas de que llegue mañana por la evening!!

Mudanza

Lunes, 24 de septiembre.

Hoy ha sido un día très long.

Para los que no lo sepáis, he dejado la casa en la que estaba y, mientras encuentro otro alojamiento, he dado con mis huesos en un albergue: el Castle Rock.

EMPECEMOS:

Se ve que en este momento la suerte no está de mi parte. Primera razón: después de tres días con un sol maravilloso, hoy, hoy que yo tenía que trasladar todo el equipaje que traje más las cosas que he comprado aquí, ha llovido a intervalosdurante todo el día, justamente cuando yo estaba en la calle ha sido cuando caía principalmente, y ha habido viento. Lo único que he sacado de este hecho es la razón por la que ningún escocés utiliza paraguas. Ni que sea muy difícil, de todas formas: con el paraguas te mojas más. Lo explico un poco más abajo, al igual que el resto de las razones.

Los lunes es el día que más horas de clase. No obstante, no me quejo, ya que no soy la que más tiene.
Después de clase he ido a casa a por la primera tanda de equipaje, puesto que he decidido hacer la mudanza en dos viajes. Bien, pues heme aquí peleándome con las escaleras, la puerta de la casa, la puerta interior, las otras dos bolsas que llevaba y el abrigo, cuando llaman al timbre. Estaba yo sola en casa, y se me veía a través del panel translúcido que hay al lado de la puerta, por lo que no podía no abrir.
Abro y hay tres chicas una, una de ellas me ha dicho que vivía ahí, así, sin más. Por supuesto, la he mirado con cara de circunstancia. Al final he deducido que era la chica de Omán que debería haber sido mi compañera. Iba acompañada de dos amigas. En esas, regresa la mujer y se encuentra con el panorama: yo en la puerta de la casa con la maleta en la calle, la otra chica también en la entrada y, detrás de ella, las dos amigas. Estas han salido zumbando en cuanto han visto la casera.

Consigo marcharme y coger el autobús. Como veía que subir la maleta a la plataforma del autobús para dejarla ahí, me he sentado en el asiento que da al área para minusválidos. Por supuesto, ya solo me habría faltado que, a pesar de no haber visto a un solo minusválido desde que vine, uno hubiese subido justamente ahora. Empero, no he tenido "tanta" mala suerte. Solo ha subido una mujer con el carrito de la compra ( carrito al que, por cierto, se le caía una rueda) y se ha ido a sentar en el asiento de en frente para poder sujetar también el carrito.

Una vez que he bajado del autobús tenía que subir toda la cuesta hasta Old Town; si normalmente lleva, digamos, entre 5-10 minutos, yo hoy he debido de tardar entre 15 y 20. Lloviendo. Además he comprobado cómo aumenta la fuerza de la gravedad (y ya que estamos, la de la inercia) con una maleta llena subiendo una graaan cuesta. Pero bueno, finalmente he llegado. Me temblaban tanto los brazos cuando he llegado que he tenido que esperar un poco para poder escribir en el registro.

 

Me han colocado en la habitación Mr. Men, y me han dado la cama Mr. Happy; porque aquí cada habitación tiene un nombre y cada cama en la habitación un nombre relacionado con el primero. Por ejemplo, hay una habitación que son las divisas, y en ella encuentras la libra, el yen, etc.; otra es la ropa interior y así. He subido a mi habitación y la he buscado, he dado una vuelta por toda la parte derecha de la planta (afortunadamente no muy grande) para acabar donde había empezado: en las escaleras. Al final la he encontrado y, ¡oh casualidades de la vida! la habitación se encuentra casi en frente de las escaleras. En fin...


Luego he vuelto a la casa a por el resto de las cosas. Cuando llegaba, he visto a la mujer marcharse y, teniendo en cuenta que si hubiese estirado el brazo habría podido tocar el coche, no me lo podía creer. Por fortuna, ha vuelto al poco rato y no he tenido que esperar demasiado para devolverle las llaves; porque esa es otra, la omaní ha dicho que se iba a dormir y ha dado igual que golpease la puerta, ella no ha salido a ver qué quería ni nada.

Vuelvo a coger el autobús y resulta que solo hacía parte del trayecto porque se iba a encerrar. A mí había un parte que no me sonaba y un giro no me cuadraba, pero como era ya de noche y los cristales estaban empañados, no se veía un pimiento así que tampoco podía decir. Naturalmente, estaba en lo cierto. Por tanto, me he tenido que bajar e ir a buscar otro, pero la parada más cercana no tenía banco para apoyar las bolsas, y en el suelo mojado no tenía ni la más remota intención de dejarlas, de modo que he caminado hasta la siguiente parada y ahí he esperado.

Cuando me he bajado de este segundo autobús ha sido cuando me he mojado más que en el resto de mi vida, básicamente debido al agua que me caía ya de por sí y al agua que me caía de forcejear contra el paraguas; ah, con la de veces que se me ha dado la vuelta, las varillas ya tienen más flexibilidad que la plastilina. Además, cuando pasaba al lado de la National Gallery, me he cruzado con una que iba cantando a grito pelado; si al menos hubiese cantado bien... (Se ve que aquí eso de cantar les va mucho; el primer día que salí por la noche, mientras esperábamos a que viniese todo el mundo en frente del Princes Mall, había un chico borracho, todo hay que decirlo, dando todo un espectáculo de cante y baile en medio de la calle; si no estuvo por lo menos 20 minutos no estuvo nada).

Bueno, ya me he podido aposentar y he ido a casa de Drea y Mo a dejar los diccionarios y a coger una toalla de secado súper rápido. Además, me han dado de cenar (¡gracias!), porque a las 22h aquí ya pocos sitios hay para hacer la compra.

Desde la habitación que me han proporcionado se ve una vista preciosa, con el George Heriot School dominando el horizonte. No puedo opinar todavía sobre el hostal; los baños no están tan limpios como me había imaginado y en mi cuarto hay una mujer que ronca ligeramente, a eso hay que añadir que a cierta hora se apaga la luz de la habitación (aunque también es normal). En cualquier caso, está todo bastante limpio y ordenado, no hace frío, los recepcionistas son muy majos y la localización ha mejorado a pasos agigantados. Sin embargo, no me veo aquí demasiado tiempo.
¡A ver si encuentro pronto una casa!


Thursday, 27 September 2012

1 month

Hoy, 27 de septiembre, hace un mes que llegue. Que rapido se ha pasado!

 
 
En breve, cuando solucione mis problemas informaticos con internet seguire actualizando.
 
Por cierto, disculpad las faltas de ortografia, pero en el teclado de la universidad no hay tildes ni ciertos signos de puntuacion ni otras teclas. Es lo que tiene el QWERTY britanico.

Sunday, 23 September 2012

Edinburgh Doors Open

Viernes, 21 de septiembre
Hoy, el mismo día que salía a la venta, he visto un iPhone 5, no lo he tocado, pero lo he visto: es finísimo. Los amigos del chico (ja, uno de los Abercrombies, por supuesto) que lo tenía estaban tan alucinados como Mo y yo.
Anoche no estuvo mal, la música del sitio era un poco machacona a veces, aunque al menos no hacía calor (acabé con el jersey puesto) y te podías mover. El volumen estaba un poco alto, pero las discotecas es lo que tienen.
Y probé, sí, probé, sidra con frambuesa y lima (y el sábado de pera). No sabía para nada a sidra, aún así estaba buena. ¡Ya solo me queda la de frambuesa!

El domingo 11 de noviembre, ¿sabéis qué voy a hacer? Ir a ver un partido de rugby; en vivo. Escocia contra Nueva Zelanda. ¡Qué emoción! No me voy a enterar de la misa la media, pero tengo muchas ganas de ir.

Parece ser que este es el país de los bichos gigantes. Todos, absolutamente todos, son enormes: las arañas, los mosquitos, los abejorros, las avispas. Encima los hay a miles. Repito lo que ya escribí en otra ocasión: ¡Qué ascazo!
A pesar de todo, aquí viven tan a gusto. En la universidad, el deporte oficial de los escoceses parece ser atrapar las avispas con los vasos de cerveza (vacíos, of course) y dejar que se mueran. Así están luego las mesas llenas de cadáveres "avisperos".


Sábado, 22 de septiembre
Hoy y mañana es el Doors Open Day, o lo que es lo mismo, Día de Puertas Abiertas. Fue una agradable mañana de otoño (en términos españoles) llena de historias escocesas y polacas ;)
George Heriot School:


Tron Kirk:



Old Moray House:




Domingo, 23 de septiembre

Más de Puertas Abiertas. Aunque no se puede decir que Edimburgo sea grande, las cuestecitas de Old Town y los paseos para ir de un edificio a otro dejan a una hecha polvo.

City Chambers:





Old College, University of Edinburgh:









Assembly Rooms:









Royal College of Physicians:















Thursday, 20 September 2012

Se avecinan cambios


Ya no hay vuelta atrás:

Ayer fui a Castle Rock a reservar cama para una semana.
En el desayuno le he dicho a la mujer que el lunes me marcho. Para todo el espectáculo que yo creía que iba a montar, no ha puesto grandes pegas.
Ya no será desdela casa en la que he estado hasta ahora, pero seguiré buscando piso. Además, he encontrado a otras dos chicas que quieren lo mismo que yo: alojamiento hasta finales de diciembre, ¡al fin!


Miércoles, 19 de septiembre
Hoy he quedado con mi buddy del Erasmus Buddy System, es decir, reuniones entre una persona nativa que quiere mejorar sus conocimientos de algún idioma o que se ofrece simplemente por amor al arte  y un estudiante de intercambio para hacer tándems de conversación, salir, enseñar la ciudad… lo que se preste, vamos. Mi buddy en cuestión es una chica majísima de Inverness que estudia Finance and Accountancy y que trabaja en Topshop a tiempo parcial.

Por la tarde-noche, acompañé a Drea a ver Vértigo al cine, ya que en uno de los varios cines de por aquí ponen cine clásico de vez en cuando y actualmente están echando un ciclo de Hitchcock. No puedo decir que haya visto muchas películas de este hombre, pero de momento la que más me ha gustado ha sido Encadenados.

Jueves, 20 de septiembre
Esta noche asistiré a The First International Party of the Year (lo que implica que no pueda regresar a casa a dormir, razón por la cual no iba a ir en un principio; sin embargo, he conseguido que me acojan en una casa durante esta noche, ¡gracias chicas!), y el hecho de que la página en facebook que la organiza sea británica con título “Viva la fiesta”, tal cual, dice bastante de la imagen que tienen de España. Aunque luego ellos afirman que saben que allí también se trabaja, somos el patio de recreo. Tengo la firme intención de probar una de esas muchas sidras de sabores que tienen por aquí, así, aparte de de manzana y de pera, añado otro sabor a la lista :)


He probado por fin Irn Bru, una bebida de aquí que sabe muy dulce (me recuerda a algo pero no consigo centra a qué, una chuchería, pero ¿cuál?) y que, por lo visto, beben para que se les pase la resaca (esto ya lo he contado, ¿verdad?).

Por cierto, se me olvidó decir que uno de los motivos por los que tengo a mi casera como una especie en sí misma es que el enchufe de la plancha está siempre en la plataforma de metal al lado del fregadero, donde se secan los platos; obviamente, intento no tocar mucho esa zona...

Tuesday, 18 September 2012

Laaaaaaaargo fin de semana


Mi casera es toda una especie en sí misma. Cierto es que ya tiene una edad, pero aun así… Tengo eminentemente dos motivos para decir eso, aunque en realidad están estrechamente relacionados. Uno es que va dejando las cosas que saca en medio de todas partes; como consecuencia, cuando llego por la noche me voy chocando con todo lo habido y por haber. Dos, te puedes encontrar las cartas del banco hasta en el baño, pastillas medicinales y similares a las del lavavajillas (aún no he descubierto para qué son) en el cajón de la cubertería... Miedo me da.

Recuerdo que cuando fui a Brighton la gente era bastante seca. Aquí, en cambio, son todo hospitalidad. El primer día que fui al piso de Drea y Mo, tuve que preguntar por el camino y la pareja no solo me lo indicó, sino que lo buscaron en el móvil porque no lo sabían y me acompañaron hasta la misma puerta. Siempre que pides ayuda te tratan con la máxima amabilidad y sin impaciencia visible. Así sí.

Qué complicado resulta hablar en inglés cuando la mayoría de los que no son españoles han aprendido castellano en algún momento de su vida o lo están estudiando ahora y quieren practicar :( Por lo que, ¿cómo son las conversaciones? Ellos hablan en español y yo en inglés.

Viernes, 14 de septiembre
Todavía no sé programar la alarma. De hecho, el domingo (16 de septiembre) la mujer me volverá a decir que no la puse por la noche. Bah, si por aquí no viene nadie, ¿quién va a robar?
Por la noche Annina nos invitó a tomar algo en su casa para enseñárnosla. Estaba muy ilusionada por mostrárnosla y por, finalmente, poder dormir en su cama. La verdad es que está muy bien, es acogedor y muy luminoso. Un amigo de su compañera de piso había preparado un apple crumble, también había dos tipos de helado: el choco-mint y otro de chocolate, vainilla y una suerte de sirope de chocolate. La bebida la llevábamos nosotros; yo me compré una Schweppes que no pienso volver a comprar en mi vida, cierto es que en la botella dice “bitter lima”, pero eso sabe como tónica pura y dura.

Sábado, 15 de septiembre
Drea, Mo, su compañero de piso y yo hemos ido a Stirling, un pueblo a unos 50 minutos en tren desde Edimburgo. Tiene un castillo, una abadía y un monumento a William Wallace, una torre que desde fuera no parece tan alta pero cuando estás subiendo los escalones es interminable. Arriba hacía un viento tremendo, pero las vistas eran increíbles. Si no hubiese habido ninguna nube en el cielo, habríamos podido ver Arthur’s Seat, una peñón en medio de Edimburgo y al que iré el fin de semana que viene con la Erasmus Society. Sin embargo, solo podíamos  adivinar la silueta.
A la vuelta en el tren volvíamos los cuatro durmiéndonos. Mientras esperaba para coger el autobús de vuelta a casa, he estado viendo a unos grupos de músico ensayar para alguna actuación.
















Por la noche fui a comprar una pizza en el Domino's para cenar porque tenía una oferta que acababa al día siguiente. Bien, pues como aquí siempre que digo mi nombre me llaman "Looora" decidí pronunciarlo igual; ¿y cómo escribieron mi nombre? Tal cual, "Lora", no me lo podía creer. A partir de ahora voy a pronunciarlo como a mí me dé la gana y allá se las apañen los demás.

 

Domingo, 16 de septiembre
Tras unas dos horas de un sol espléndido, ha caído el chaparrón del año y ya no ha parado prácticamente de caer chirimiri. Hemos visto la Olympic’s Parade. Decepcionante. Aparte de ir retrasados, solo venían los atletas edimburgueses (bueno, eso ya lo suponía) pero sin séquito ni nada. Han pasado en dos minutos, a lo sumo. No había mucha gente, y aquí no son tan ruidosos con Madrid ni de lejos; donde esté la algarabía española… Por la tarde, como hacía tanto frío nos hemos ido al cine a ver Anna Karenina; la puesta en escena es maravillosa y muy muy original. Pero como adaptación no es tan brillante, se han centrado más en la historia de amor entre Anna y Vronsky (me lo imaginé más hombre, más apuesto, más… distinto) y toda la reflexión de Kostia, el proceso de desesperación de Anna, la incertidumbre de Karenin, la evolución de Kitty, el dolor de Dolly… todo eso no aparecía. De hecho, para alguien que no se haya leído el libro, el transcurso de los acontecimientos es probablemente un caos y no llegue a establecer las relaciones entre los personajes. En cambio, si ya sabes de qué va y los huecos los puedes ir rellenando, la adaptación es bastante brillante.


Por la noche hemos estado jugando a 13 Dead End Drive, o lo que es lo mismo, La herencia de tía Ágata. Qué tiempos me ha recordado, me ha hecho mucha ilusión volver a jugar.

Lunes, 17 de septiembre
Hoy es festivo, por lo que no tenemos clase. Pero como los comercios y demás si están abiertos, he ido al Jardín Botánico; porque el plan de ir a Ikea con Annina no ha llegado a ningún puerto. Por la tarde, Drea; nunca imaginé que fuese a hablar tanto con ella.