Viernes, 31 de agosto
Después del día más o menos “soleado” de ayer, hoy ha vuelto
a llover. Mucho. Al menos la temperatura ha sido más estable. Eso sí, desde que
ayer en el pronóstico del tiempo dijesen que en Escocia las temperaturas podían
llegar a bajar hasta los 0⁰C no he terminado de estar totalmente tranquila. Aunque me
he traído unos cuantos, me parece que voy tener que comprarme otros cuantos jerséis
bien gordos. Quizá alguno me lo compré de tartán, que tanto se ve por aquí.
Le he pedido a mi casera un secador para el pelo porque me
negaba a salir a la calle con el pelo completamente mojado después de, como
poco, haber salido de la ducha hacía una hora. La mujer me ha dicho que ella
normalmente se secaba el pelo en mi habitación porque al lado del enchufe está
el armario con dos espejos como puertas, bueno, eso lo he supuesto yo. El caso
es que me ha dado a entender que ahora que estaba yo se buscaría otro sitio. A
mí personalmente me da igual, cualquier fuente de calor es bien recibida en mis
aposentos.
Luego he probado a ir en autobús a la universidad (hoy había
considerablemente más personas por allí pululando), y ¡tachán! como pierdas uno
de los dos autobuses que hay que coger (el segundo) se tarda más que si fueras
caminando. En realidad, no me importa caminar, pero no me apetece meterme por
barrizales una mitad del camino y calles residenciales sin nadie por la calle
la otra durante tres meses y medio seguidos. Para volver más de lo mismo, solo
que en este caso el vehículo problemático es el primero. Así vamos muy mal. Como
ya he pagado un mes de alojamiento, veré cómo me apaño durante este tiempo, y
si veo que no termino de estar cómoda igual busco algún otro cobijo más hacia
el centro.
He ido a la versión anglosajona del The Phone House y el chico que me atendió el otro día me ha reconocido nada más entrar. ¡Qué corte! Sin embargo, ha sido majo y me ha solucionado mi duda.
Viendo llover mientras esperaba al autobús (en total, habré
estado esperando algo más de 1h) he decidido que no sé qué voy a hacer, si es
que eso se puede decidir. Tengo sentimientos encontrados, o mixed feelings que dicen por aquí. Por
un lado, querría y sé que debería hacer un poco de turismo. Por otro, el hecho
de pensar que tengo más de tres meses por delante y que con la lluvia no
apetece nada, me vuelve reacia a tener que esforzarme en patearme las calles de
esta novelesca ciudad. Cruzo los dedos por que mañana haga buen día (es decir,
que no llueva, si hace sol o viento o cualquier otra cosa no es importante, la
cuestión es que no caiga NADA del cielo) y pueda cumplir con una parte de esta
obligación. Ay, Pickles, cómo te echo de menos en una situación cómo esta, ¡jajaja!
He ido a la versión anglosajona del The Phone House y el chico que me atendió el otro día me ha reconocido nada más entrar. ¡Qué corte! Sin embargo, ha sido majo y me ha solucionado mi duda.
Por la tarde-noche (esta vez sí que sí): pub. Me gustaría ir
un día a uno que se llama Red Squirrel, veamos si lo consigo.
No comments:
Post a Comment