Mi primera noche en el albergue:
A cierta hora se apaga la luz de la habitación, aunque a primera vista pueda parecer un problema, en realidad no lo es tanto, ya que hay una ventana bastante grande que nunca tiene la cortina corrida por lo que entra algo de luz. Por la mañana el sol no es ningún problema, después de mis estancias en países anglosajones ya me he acostumbrado a la luminosidad matutina mientras duermo.
Lo malo son los ruidos: esta noche ha habido una mujer que roncaba. Por suerte, sus ronquidos no eras demasiado sonoros y no molestaban especialmente. No obstante, esta misma mujer se tenía que levantar a las 7h de la mañana para ir a Cornwall y, no sé si se habrá levantado antes de lo que había previsto o que, el caso es que se ha marchado de la habitación y la alarma no la ha apagado, así que se ha puesto a sonar y nos ha despertado a todas. La mujer era maja, pero menos mal que solo se quedaba esta noche.
Ayer cuando llegué a la habitación por primera vez, no se oía nada ni parecía que hubiese nadie. Bueno, pues había tres personas: dos chicas jóvenes y una mujer. Cuando empezaron a moverse qué susto me pegué.
Cuando luego volví a entrar y vi que había una chica, saludé. Ella no me contestó y me pareció muy maleducada. Sin embargo, hoy, después de salir y entrar de la habitación tropecientas veces entiendo por qué no me contestó. Lo cierto es que ya ni me molesto en mirar si hay alguien o no.
Repito que al menos se está calentito. En la Main Lounge y en la Posh Lounge, en los baños, en todas partes. De hecho, en la Posh Lounge hay un hogar que, aunque no tiene llamas en sí, tiene ascuas; se están tan calentito aquí al lado ^^ Aparte, también puedo tomar té cuando quiera; lo malo es que luego tengo que fregar la taza.
Ahora me ducho rápido no por la temperatura sino por el repelús que me da utilizar los baños compartidos. No tiene mala pinta el hostal, pero diría que después del tiempo que pase aquí voy a haber tenido albergue para el resto de mi vida.
Entre alemanes, franceses y españoles tenemos copado el albergue, solo oyes esos dos idiomas y, si acaso, el inglés cuando se comunican los unos con los otros.
He conocido ya a algunas personas, todas españolas
menos una; un hombre italiano de nombre Pietro al que Mo y Drea llaman Giuseppe
Deppe por un ligero parecido a Johnny Depp.
Por la noche me ha ofrecido un ponche que han
preparado y que llevaba vodka, cerveza, red bull y no sé qué más. Estaba
bastante fuerte, pero no estaba malo del todo. Luego, como internet no
funcionaba, hemos estado echando él y yo partidas al Mah-Jong a ver quién
ganaba.
Hoy también he ido a hacer mi primera compra decente. A la vuelta, resulta que no había caja para dejar las cosas, de manera que he tenido que dejar la comida en la bolsa en la estantería. Los productos para la nevera ha sido incluso un poco más complicado colocarlos: debe de haber 10 neveras en total, cuando he abierto la novena (¡la novena!) he medio encontrado sitio; aun así, he tenido que mover las cosas de otra persona para poder hacer hueco en una balda. Hoy voy a cenar una ensalada, ¡por fin! y de postre fruta, muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuucha fruta. A ver si mañana ceno pescado, después de... ¿1 mes? Sí sí, pescadito rico.
Miércoles, 26 de septiembre
Aunque se nota quién es turista y quién no, por mucho que seas extranjero, aun algunas calles siguen ofreciendo ciertos problemas para encontrarlas porque, claro, en el mapa todo es sencillísimo, pero una vez que te pones en marcha y descubres que cada calle esta a una altura diferente y que donde se supone que deberías poder girar solo hay la barandilla de un puente... se complica la tarea de encontrar los pubs (en este caso, The Banshee Labyrinth, con una decoración cavernosa y olor a humedad).
Esta noche tocaba la cuarta pubnight, y la cuarta pubnight incluía, si querías, peli. En principio iban a poner Monty Python and the Holy Grial, pero hemos acabado viendo Life of Brian. Lo cierto es que no le he encontrado mucho sentido al argumento o, más bien, argumento en sí; en cualquier caso, ha estado entretenida.
Como la cerveza como que no, estoy probando bastantes bebidas nuevas (me imagino que ya lo habreis deducido). Esta vez ha tocado VK Cherry. No sabía a vodka para nada, y menos mal, porque si no...:
Ya me voy haciendo al albergue y, de hecho, no se está tan mal. Una vez que comienzas a conocer a la gente, a hablar y demás te das cuenta de por que hay personas que llevan 7 meses aquí. Es como una gran familia. En realidad, el (pequeño pequeñísimo detalle, pero muy importante) de que se encuentre situado en pleno centro esta pesando mucho en la búsqueda de una casa; ya no busco con tanto ahínco, y ninguna me convence lo suficiente. Ya veremos cómo acaba el asunto.
A pesar de que todavía no he cocinado nada, el comer durante dos días seguidos verduras y fruta me ha sabido a gloria, lo que no quita que el ver a una china, dejémoslo mejor en asiática, desayunar un pepino a mordiscos me siga pareciendo todo un espectáculo. Al menos ya tengo caja para almacenar mi comida y ya voy descubriendo cómo funciona el sistema de las neveras y los congeladores, porque resulta que hay 3 congeladores. Asi que la compra de carne y pescado que tanto me preocupaba ya no aparenta ser una cuestión tan trascendental.
Jueves, 27 de septiembre
El martes un tipo hospedado en el albergue dijo que sobre las 11h observas la diferencia entre quienes se alojan en el albergue de turismo y quienes lo tienen como una residencia más fija. Si termino quedándome aquí voy a empezar a ser como ellos. Mientras que los turistas intentan mantener un poco más las formas y se acuestan pronto, los que estamos más tiempo en Edimburgo nos acostamos a las 2h de la madrugada, vamos como Pedro por su casa, y no nos preocupamos por dar tan buena imagen cuando salimos de nuestras habitaciones. De todas formas, yo todavía no he bajado a la cocina ni a las lounges en pijama, y dudo que lo haga.
Además, el albergue te sirve para conocer a mucha gente, ¡y te los encuentras por la calle! Ayer, cuando iba al pub, me encontré con uno de ellos y, tan bien educada como es una, saluda. Y hoy, en la universidad, casualidades de la vida, he visto a otro francés del albergue tambien; los dos nos hemos quedado con la boca abierta.
Como Annina estaba sola en casa, hemos ido a cenar y a ver una película. Hemos acabado viendo Sonrisas y Lágrimas. Esperaba más, u otra cosa quizá, o los dos; no sé, el caso es que me ha decepcionado. Y, he probado una nueva sidra: sidra de pera con aroma de frambuesa, también me han dado a probar Drea y Annina de las suyas, de cereza y no sé qué más y de berries, respectivamente. En general estaban todas buenas, ¡voy a a acabar haciéndome adicta a la sidra! No obstante, no a cualquiera; la de El Gaitero no hay quien la beba.
Después de que el martes me quedase sin ir a un espectáculo de Ceilidh porque creía que era hoy, mañana tenemos otro gran evento. ¡¡Tengo unas ganas locas de que llegue mañana por la evening!!
No comments:
Post a Comment